Saúl | |
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Datos personales | |
Nacimiento | 1079 a. C. |
Fallecimiento | 1007 a. C. Monte Gilboa (Galilea), Israel |
Vida | 72 años |
Familia | |
Cónyuge | Ahinoam Rispah (Concubina) |
Padres | Quis de Gabaa |
Hijos | Jonatán Isúi Malquisúa Merab Mical |
Características | |
Ocupación | Rey |
Nacionalidad | Israelita |
Tribu | Benjamín |
Religión | Judaísmo |
Raza | Semita |
Saúl fue el primer rey del reino unificado de Judá e Israel). Era hijo de Quis de Gabaa y esposo de Ahinoam, quien le dio tres hijos, y tuvo una concubina llamada Rispah, con quien tuvo otros dos hijos más. Los hijos de Saúl fueron Jonatán, Isúi y Malquisúa; sus hijas se llamaban Merab y Mical.
Biografía[]
A su padre se le perdieron sus asnos, así que envió a su hijo y un criado a buscarlos en la región montañosa de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, pero no los hallaron. Entonces pasaron por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, pero no las hallaron. Así que decidieron volver, pero de paso consultarían al Vidente sobre la ubicación de los asnos.
Ante la petición del pueblo israelita, el anciano juez Samuel es enviado por Dios a nombrar al rey que los librará de los filisteos invasores y que sería el representante del único soberano de Israel, Yavé. Samuel vio que Saúl era el escogido y lo dejó quedarse en su casa; al día siguiente derramó aceite, ungiendolo en nombre de Yavé, y luego dio instrucciones determinadas.
Hombre de gran valor y estatura, se mostró al principio como un rey firme que derrotó a los amonitas, moabitas y filisteos en numerosas ocasiones y estableció su capital en la ciudad liberada de Jabes de Galaad. Pero Dios, por medio del profeta Samuel, lo envió a exterminar a los amalecitas por su interferencia en la llegada de Israel de desierto siglos luego del Éxodo y Saúl desobedecio dejando con vida y llevando consigo al rey Agag y a lo mejor del ganado menor y mayor. Debido a esto, Dios ordenó a Samuel que consagrara a David y el profeta lo hizo sin que Saúl se enterara.
Dios envió un espíritu maligno que atormentaba a Saúl y solo la música del arpa lo alejaba. Buscaron a David y lo llevaron a la corte de Saúl a tocar el arpa para el demonio se alejará del rey.
Pero por la hazaña de David al matar a Goliat y el canto de las bailarinas que decían que David mató a diez mil hombres y Saúl solo mil, provocaron los celos Saúl quien intentó matar a David con una lanza. David escapó y se hizo jefe de mil, resultando victorioso en todas sus expediciones. Saúl le temió y le ofreció a su hija mayor Merob como esposa si vencía a los filisteos con la intension de que estos lo matarán. David volvió con vida, pero Merob ya estaba casada.
Mical se enamoró de David y Saúl envió a David a conseguir cien prepucios filisteos para entregarle a la muchacha. David cumplió y Saúl tuvo que cumplir su palabra. Más tarde David vuelve al servicio de Saúl y de nuevo casi lo clava contra la pared con una lanza. Saúl manda a matar a David, pero Mical le ayuda a escapar y engaña a los sicarios de Saúl.
David se fue a vivir a las Celdas de los profetas con Samuel y Saúl mando hombres para que lo matarán en tres ocasiones, siendo que estos empezaron a profetizar. Saúl fue en persona y también profetizo quedando desnudo todo el día.
Jonatán trata convencer a su padre de no matar a David y no logra nada. David tiene dos ocasiones de matar a Saúl en unas cuevas y no lo hace por ser el ungido de Yavé.
Los filisteos se reunieron y Saúl estaba solo. Samuel había muerto y Dios lo había abandonado. Desesperado, invocó mediante la adivina de Endor a Samuel, quien profetizó la gran derrota del ejército de Saúl y la muerte de este. Al día siguiente, los filisteos vencieron al ejército israelita en la batalla del monte Gilboa y Saúl, estando ya herido y para evitar que lo capturasen, pidió a su escudero que lo matara, pero como éste se negó, Saúl terminó por suicidarse.
David lloró la muerte de Saúl y sus hijos y mandó a matar al mensajero que llevó la noticia. En una ocasión en que David le perdonó la vida a Saúl, le juró que suprimiria su descendencia ni haría desaparecer su nombre de la familia de su padre y David cumplió con su palabra.[1]