Santa Biblia Wiki
Advertisement
Primera Epístola a Timoteo

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/6a/Vignette_by_Loutherbourg_for_the_Macklin_Bible_111_of_134._Bowyer_Bible_New_Testament._Headpiece_to_1_Timothy.gif

Datos básicos
Autor Pablo de Tarso
Fecha 61 d. C.
Lugar Roma
Idioma Griego koine
Abreviatura 1Tim
Números
Nombre
Más datos
Testamento Nuevo Testamento
Sección Epístolas

La Primera Epístola a Timoteo es una carta pastoral del Nuevo Testamento que forma un grupo homogéneo con la Segunda Epístola a Timoteo y la Epístola a Tito. [1]

Autor[]

El autor de Primera Epístola a Timoteo se ha identificado tradicionalmente como el apóstol Pablo. Es nombrado como el autor de la carta en el texto (1:1).

En los siglos XIX y XX se ha puesto en duda la autenticidad de la carta, muchos estudiosos sugieren que 1 Timoteo, junto con 2 Timoteo y Tito, no son originales de Pablo, sino más bien de un cristiano desconocido que escribió en algún momento a finales del siglo I a mediados del siglo II. La mayoría de los estudiosos afirman esta opinión.[2]

Fecha[]

La fecha de la carta es tema de discusión. Quienes creen que es de autoría paulina, opinan que fue escrita alrededor del año 61 d. C., posiblemente desde Roma donde Pablo habría salido recientemente de la llamada primera prisión en Roma. Por el contrario, quienes consideran que la carta no está escrita por Pablo, creen que fue escrita por algún discípulo suyo tras su muerte.

La carta es mencionada en escritos de Ignacio, Policarpo y Tertuliano en el siglo II.

Contenido[]

La primera carta o epístola a Timoteo tiene un enfoque ético, a partir del cual hace recomendaciones prácticas para la vida sana de la Iglesia y de sus integrantes. Además, expresa una preocupación por la palabrería y discusiones sin fin de falsos doctores que se apartan de las palabras de Jesucristo, "están cegados por el orgullo y no saben nada".

La carta fundamentalmente es doctrina(enseñanza) de las prácticas cristianas. Existe a tal fin un capítulo (3)entero sobre el orden eclesiástico de sus conductores y sus condiciones, refieriéndose a los obispos (3:5) de la siguiente manera: "pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia deDios?". Usa gobernar para la casa del obispo y cuidar para la iglesia, y esta palabra en griego es la misma que se usa para quien cuida amorosamente de un enfermo o herido como en la parábola del buen samaritano (cúidalo hasta mi regreso), mientras que para la palabra griega gobernar refiriéndose a su casa usa Proistemi que significa hacer cumplir las reglas.

El autor comenta el problema de la falsa ciencia. Por entonces había un grupo de cristianos muy importante, que estaba siendo llevado por la doctrina de los gnósticos. Asimismo el capítulo 2 de esta epístola, a partir del versículo 9 condena a la mujer por haber sido la culpable del pecado original, considerándola inferior respecto al varón y colocándola en una posición de sumisión, al afirmar en el versículo 11 y 12 que "la mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio."

Biografía de Timoteo[]

Se sabe que Timoteo fue discípulo de Pablo de Tarso y que era hijo de madre judía y padre griego (Hch 16:1). Originario de la ciudad de Listra, su madre se llamó Eunice y su abuela Loida (2 Tim 1:5).

El vocablo Timoteo es una palabra griega que significa el que honra a Dios (timo Theus). Pablo le circuncidó, pues en aquella época había judíos celosos del rito y para que Timoteo fuese bien aceptado en esos círculos debió hacerlo (Hch 16:3). Acompañó a Pablo en sus viajes misioneros, existiendo relatos del año 49 d. C. donde se menciona. La importancia de la carta y el interés pastoral de Pablo de enseñarla a Timoteo era porque Timoteo representaba la primera generación de cristianos que no habían tenido relación directa con los hechos de Jesús. Timoteo habría conocido la fe de su madre y de su abuela (2 Tim 1:5) quienes por lo encontrado en la Segunda epístola a Timoteo habrían sido judeocristianas. Timoteo representaba a la generación que estaba pasando de la era apostólica a la no apostólica y de la judaica mesiánica a la universal.

Timoteo se había convertido con el ministerio de Pablo, fue su compañero en los viajes misioneros, y llegó a ser pastor de la iglesia en Efeso. Pablo fue como su padre y mentor espiritual.[1]

Autenticidad[]

La autenticidad de la autoría paulina fue aceptada por la Iglesia ya en 180 d. C., como lo demuestra el testimonio sobreviviente de Ireneo y el autor del Canon de Muratori. Posibles alusiones se encuentran en las cartas de Clemente de Roma a los Corintios (95), Ignacio de Antioquía a los Efesios (110) y Policarpo a los Filipenses (130), aunque es difícil determinar la naturaleza de tales relaciones literarias.

Los estudiosos modernos que apoyan la autoría paulina hacen hincapié en su importancia en relación con la cuestión de la autenticidad: IH Marshall y PH Towner escribieron que "el testigo clave es Policarpo, donde hay una alta probabilidad de que 1 y 2 Timoteo eran conocidos por él". Del mismo modo MW Holmes sostuvo que es "prácticamente seguro o altamente probable" que Policarpo usara 1 y 2 Timoteo.

A finales del siglo II hay una serie de citas de las tres Epístolas Pastorales en la obra de Ireneo, Contra las Herejías. El Canon de Muratori (170-180) enumera los libros del Nuevo Testamento y atribuye las tres Epístolas Pastorales a Pablo. Eusebio la llama, junto con los otros trece epístolas paulinas canónica, indiscutibles.

Las excepciones a estos testigos incluyen a Taciano, un discípulo de Justino Mártir, que resultó ser hereje, así como el gnóstico Basílides. Marción, un obispo ortodoxo después excomulgado por hereje, formó un canon inicial de las Escrituras hacia mediados del siglo II con el Evangelio de Lucas y diez de las epístolas canónicas paulinas, excluyendo 1 y 2 Timoteo y Tito. Las razones de estas exclusiones son desconocidas y así la especulación abunda, incluyendo las hipótesis que no fueron escritas hasta después de la época de Marción o que él las considero como no auténticas.

Los defensores de la autoría paulina argumentan que tenía motivos teológicos para rechazar las Pastorales, a saber, su enseñanza acerca de la bondad de la creación (1 Tim. 4:1). La pregunta sigue siendo si Marción conocía estas tres cartas y las rechazó como dice Tertuliano, ya que 1 Timoteo 6:20 es la antítesis sutil de la herejía de Marción.[2]

Hace ya un siglo que el contenido de esta carta no ha dejado de alimentar discusiones sobre la autenticidad paulina. Algunos destacan los parrafos que permite compararla con las cartas más auténticas de Pablo, mientras que quienes niegan la autenticidad tendrían buenas razones para decir que un imitador pudo haberse inspirado en pasajes de las cartas auténticas para acreditar el origen paulino de su escrito. Pero ciertamente en algunos lugares la falsificación es muy difícil de admitir. Los contactos con la Epístola a los Romanos, escrita poco antes que la carta a Tito, y con la carta a los Colosenses, son tan reales como discretos.

Con todo es fácil de advertir que el vocabulario de esta carta es distinto al de las otras cartas de Pablo, y las nuevas palabras señalan en el autor un temperamento diferente. Cuando se leen los argumentos tanto en pro como en contra de la autenticidad de esta carta, es difícil pronunciarse, pero si se cree en la preocupación que tenían las iglesias de preservar la tradición y la literatura apostolica, el juicio anticipado se inclina a favor de Pablo, especialmente teniendo en cuenta los contactos con las cartas anteriores.

Mantenemos por lo tanto la autenticidad paulina de esta carta, pero no por eso ignoramos las dificultades surgidas del vocabulario y del estilo; si Pablo las firmó y en parte dictó, hay que admitir que el secretario tuvo una gran parte en su redacción. Algunos indicios sugieren que tal redactor pudo ser Lucas. [3]

Referencias[]

  1. 1,0 1,1 wikipedia. org/wiki/Primera_epístola_a_Timoteo Primera epístola a Timoteo
  2. 2,0 2,1 First Epistle to Timothy
  3. La nueva Biblia Latinoamericana, Edición Pastoral, 2005, NT, pág 432
Advertisement