La espada ardiente es un objeto mencionado por primera vez en la Biblia en el libro del Génesis.
Historia
El Génesis cuenta que tras haber sido expulsados Adán y Eva del Edén, luego de haber probado el fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal, Dios puso querubines[1] al oriente en el jardín del Edén para custodiar dicho lugar, y les dejó una "espada ardiente" que se revolvía para impedir que el hombre accediera y también comiera el fruto del árbol de la Vida, el cual proporciona inmortalidad; evitando así que ellos y sus descendientes comieran del árbol de la Vida y vivieran eternamente.[2]
La tradición ortodoxa oriental dice que, tras crucificación y la resurrección de Jesús, se quitó la espada ardiente del Jardín del Edén, haciendo posible para la humanidad reentrar en el Paraíso.[3]
Referencias
- ↑ En algunas tradiciones es el arcángel Uriel.
- ↑ Espada ardiente
- ↑ Espada ardiente