José ben Caifás | |
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Datos personales | |
Familia | |
Suegros | Anás |
Características | |
Ocupación | Sumo Sacerdote |
Nacionalidad | Israelita |
Religión | Judaísmo |
Raza | Semita |
José ben Caifás o Yosef Bar Kayafa (en hebreo y arameo: אָפָּיַק רַּב ףסוי Iosef ben Cayafás) fue un Sumo Sacerdote judío, de la secta de los saduceos que vivió durante el reinado del emperador Tiberio y fue uno de los líderes de la conspiración que logró la condena a muerte de Jesús de Nazaret.
Biografía[]
En el año 18 d. C. Caifás fue nombrado Sumo Sacerdote por el procurador romano de Judea, Valerio Grato, sustituyendo a Simón ben Camithus. Casado con la hija del ex Sumo Sacerdote Anás, se mantuvo como máxima autoridad religiosa judía durante toda la administración de Poncio Pilato, sucesor de Grato, ocupando el cargo durante dieciocho años. En el año 36 fue destituido por el procurador Vitelio.
Como saduceo, Caifás no creía en la resurrección de los muertos, al contrario que los fariseos. Según el Evangelio de Juan, las noticias sobre la resurrección de Lázaro realizada por Jesús alarmaron a los Sumos Sacerdotes, hasta el punto de que el Sanedrín (tribunal supremo de los judíos) se reunió en una sesión extraordinaria, para decidir lo que harían con Jesús. La reunión estuvo presidida por Caifás, en calidad de Sumo Sacerdote en funciones. No obstante, su suegro Anás, que mantenía una gran autoridad dentro del tribunal, influyó notablemente en la resolución del caso. De esta reunión salió la famosa frase de Caifás que plasma su pensamiento sobre Jesús: "...conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación".
Al anochecer, después de que Jesús fue arrestado, fue llevado a la casa de Anás donde fue detenido, interrogado y golpeado. Anás se lo entregó a Caifás, pero Caifás no tenía autoridad para ordenar pena de muerte a nadie, por tanto llevó a Jesús ante Pilatos, gobernante romano en Judea, para que decidiera su suerte (Mt 27:2).
Los romanos no realizaban ejecuciones basadas en transgresiones a la ley judía, por tanto el cargo de blasfemia no tenía validez para Pilatos. Pilatos, al saber que Jesús era de Galilea, jurisdicción de Herodes Antipas, lo remitió a Herodes, que en aquellos días estaba en Jerusalén (Lc 23:7). Pilatos habría deseado que Herodes Antipas se encargara del caso, mientras que el Sanedrín habría deseado que Pilatos se decidiera por la ejecución de Jesús. Herodes con sus soldados menospreció a Jesús y se burló de él vistiéndolo con una ropa espléndida como de reyes; y se lo regresó a Pilatos (Lc 23:6-12).
La posición de Caifás era establecer que Jesús era culpable no solo de blasfemia sino de proclamarse el Mesías que podría ser entendido como el retorno del rey David. Esto habría sido un acto de sedición que podría merecer la pena de muerte por parte del Romano. El argumento de rebelión y sedición que presentó Caifás no le dio resultado ya que Pilatos no lo encontró culpable, a pesar de que Caifás afirmó que el pueblo de Judea no tenía más emperador que el César Romano. Pilatos, en cambio, deja que la muchedumbre decida la suerte de Jesús dándoles a escoger entre liberar a un preso de nombre Barrabás o liberar a Jesús. La muchedumbre animada por los sacerdotes escogen la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús.
Después de la crucifixión de Jesús, Caifás continuó persiguiendo a los primeros cristianos hasta su cese como máxima autoridad religiosa en el año 36. En Hechos 4, Pedro y Juan fueron llevados ante de Anás y Caifás, después de haber curado a un paralítico. Caifás y Anás cuestionaron la autoridad de los apóstoles para realizar tal milagro. Cuando Pedro, lleno del Espíritu Santo, respondieron que Jesús de Nazaret era la fuente de su poder, Caifás y los demás sacerdotes se dieron cuenta de que los dos hombres no tenían educación formal pero hablaban elocuentemente sobre el hombre al que llamaban su salvador. Caifás envió a los apóstoles afuera y estuvo de acuerdo con los otros sacerdotes de que milagro ya se había extendido demasiado como para intentar refutarlo y decidieron que tendrían que advertir a los apóstoles de no difundir el nombre de Jesús. Sin embargo, cuando se dijieron a Pedro y Juan los dos se negaron hacerles caso.
Aunque la Biblia no dice nada más de él, se cree que Caifás murió asesinado en la toma de Jerusalén por los romanos.
La tumba de Caifás[]
La llamada Tumba de Caifás, o "Tumba de la familia de Caifás" fue descubierta accidentalmente por trabajadores que construían un camino en un parque llamado el Bosque de la Paz, justo al sur de la parte antigua de la ciudad de Jerusalén, en Abu Tor.
Los arqueólogos encontraron 12 osarios (cajas de piedra caliza para guardar huesos) conteniendo los restos de 63 individuos. El osario más bellamente decorado estaba inscrito con el nombre de José, hijo de (o de la familia de) Caifás. Ese fue el nombre completo del sumo sacerdote que arrestó a Jesús, como está documentado por Josefo, en su libro Antigüedades 18: 2, 2; 4, 3. En su interior estaban los restos de un varón de 60 años, casi con certeza los de Caifás del Nuevo Testamento. Este extraordinario descubrimiento ha provisto por primera vez a los estudiosos con los restos físicos de un individuo nombrado en la Biblia.
Sin embargo para Shuka Dorfman, director de Antigüedades de Israel, el hallazgo resultó ser un fraude. Así lo anunció al afirmar que: «El osario es real. Pero la inscripción es falsa. Lo que significa, es que alguien tomó una caja real y labró la escritura en ella, probablemente para darle una importancia religiosa».
En junio de 2011, arqueólogos de la Universidad Bar-Ilan y la Universidad de Tel Aviv anunciaron la recuperación de un osario robado, saqueado de una tumba en el valle de Elah. La Autoridad de Antigüedades de Israel declaró auténtico y tiene una inscricción que dice: "Miriam, hija de Yeshua, hijo de Caifás, sacerdote de Ma'aziah desde Bet'Imri ".[1]