Ajab de Israel | |
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Datos personales | |
Otros nombres | Acab |
Fallecimiento | 850 a. C. Ramot de Galaad |
Familia | |
Cónyuge | Jezabel |
Padres | Omri |
Hijos | Ocozías Joram Atalía |
Características | |
Ocupación | Rey |
Nacionalidad | Israelita |
Religión | Baalismo |
Raza | Semita |
Ajab fue el séptimo rey de Israel entre el 874 y el 850 a. C, reinó durante 22 años, siendo un mal gobernante, debido a la influencia de la esposa.[1] Su historia está recogida en el primer libro de los Reyes 16:29 a 22:40.
Biografía[]
Sucedió en el trono a su padre Omri prosiguiendo con su política fundacional y de defensa del reino. Sabemos que se casó con una princesa fenicia, Jezabel, hija de Et-baal, rey de Sidón. Tuvo numerosas guerras con los sirios consiguiendo defender el territorio hasta el final de sus días. Por lo general se considera su período, junto con el de su padre, el más próspero de Israel.
Política exterior[]
Al principio de su reinado cesaron las hostilidades con Judá. Acab buscó la paz y la alianza con arameos, cananeos y sus vecinos de Judá ante un recrudecimiento de las relaciones con Siria en este momento vasallos de Asiria.
La guerra con los sirios se encuentra relatada en la Biblia y documentada arqueológicamente, siguiendo la estructura del Libro de Reyes se narran tres batallas:
- Primeramente los sirios asedian la capital, Samaria, forzando a Ajab a negociar una paz que compromete en un primer lugar su corona. Aunque Ajab acepta, el rey de Siria, Hadadezer, que lideraba una coalición de 12 reinos, todos vasallos de Asiria, demanda además el saqueo de la ciudad, Ajab no acepta estas nuevas condiciones y ataca en un despiste el campamento sirio, venciendo y dispersando a las tropas enemigas.
- Un año después, los sirios le presentan batalla en una llanura cerca de Afec, nuevamente Israel vence y captura a Ben-Adad dejándolo marchar a cambio de una promesa de paz y de restitución de los territorios israelitas bajo dominio sirio; promesa que no se cumpliría.
- Esta última batalla es a la que hace referencia la Estela de Kurkh, que informa de una coalición de varios reinos enviados por el rey de Asiria Salmanasar III, bajo Hadadezer, contra Ajab rey de Israel. La estela da información del número de tropas participantes (entre las asirias e israelitas con sus aliados, unos 100.000 hombres). Sirve para su identificación que la Biblia apunta a que los israelitas habrían dado muerte a unos 100.000 hombres en esta batalla; aunque se exagere en las cifras y no se dé ningún nombre del lugar exacto donde se desarrolló el combate, sí se puede establecer un paralelismo más que plausible al tratarse de un número de combatientes excesivamente grande y poco común que difícilmente pueda suceder en otro combate en un período tan corto.
Una última batalla sucedería al final de su reinado, en torno al 853 a. C. El rey de Siria ocupa la ciudad de Ramot de Galaad. Judá e Israel se alían y atacan para recuperarla, aunque no consiguen tomarla. El rey Acab muere en combate, herido de flecha.
Política interior[]
Nuevamente la Biblia es la fuente principal para la política interior de los reyes de Israel y en particular de Ajab, con quien se extiende, y en la que introduce gran parte de la historia del profeta Elías.
Se dice que Ajab siguió en los mismos pecados que su padre y que sus antecesores al introducir y edificar altares y templos a dioses ajenos como Astarot, diosa cananea, y Baal. Esta política contraria a la ley de Moisés se entiende en un contexto de mezcla cultural y en el intento de ganarse a los arameos y demás pueblos que habitan en su territorio. La Biblia la hace depender en gran medida de su matrimonio con Jezabel. Jezabel instituye un culto ajeno y mantiene a sacerdotes y profetas paganos que entran en conflicto con los profetas de Yavé. Existe, por tanto, una tensión entre ambos cultos, la Biblia hace referencia a dos hechos importantes que se contraponen en este asunto, el primero es una persecución efectuada por Jezabel contra los profetas de Dios que tienen que ocultarse y otra, el enfrentamiento de Elías con los profetas de Astoret y Baal que saldrían derrotados y degollados a espada. A lo que sigue una nueva persecución al profeta por Jezabel en venganza.
Jezabel también muestra el perfil de mujer cruel, dispuesta a asesinar para conseguir sus objetivos. La Biblia introduce el relato de la viña de Nabot para ilustrarlo. En éste se cuenta cómo tras serle imposible al rey Ajab comprar la viña de Nabot por la que se había encaprichado, su mujer decide difamar a Nabot para que le maten y de este modo su marido pueda adquirir la viña de Nabot.
La derrota final de Acab se justifica teológicamente por su pecado de idolatría y por haber dejado escapar a Ben-adad después de la segunda batalla contra los sirios. Profetizada por Elías y Miqueas.
Por lo demás al igual que su padre sigue una política fundacional intensa. De la prosperidad de su reino y del auge cultural propiciado por este rey nos dan cuenta unos marfiles encontrados en Samaria.
Fue enterrado en Samaria, le sucedió en el trono su hijo Ocozías.[2]
Referencia[]
Reyes de Israel |
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Jeroboam I • Nadab • Basá • Ela • Zimri • Omri • Ajab • Ocozías • Joram • Jehú • Joacaz • Joás • Jeroboam II • Zacarías • Salum • Menajem • Pecajías • Pecaj • Oseas |