Santa Biblia Wiki
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Adán

God2-Sistine Chapel

Datos personales
Vida 930 años
Familia
Cónyuge Eva
Padres Dios
Hijos Abel
Caín
Set
Muchos más
Suegros Dios
Abuelos No tuvo
Nietos Enós
Enoc
Muchos otros
Características
Ocupación Agricultura
Religión Monoteísmo

Adán fue el primer hombre creado por Dios sobre la Tierra, fue hecho de barro y se le insufló el aliento de la vida. El Corán lo nombra cronológicamente el primero de los Profetas. La Fe Bahá'í considera a Adán como el primer "Mensajero de Dios".

Biografía[]

Adán fue creado por Dios del polvo a su misma semejanza para gobernar la Tierra y se reunieron todos los animales para que les pusiera nombre. Todos los animales tenían pareja, pero Adán no; así que Dios tomó una costilla de Adán y creó a una mujer, Eva.

Adán y Eva recibieron de Dios el mandamiento de fructificar y multiplicarse, llenar la Tierra y gobernarla. Dios puso a Adán y su esposa Eva en el huerto del Edén, dándoles el mandamiento de no comer del "árbol de la ciencia del bien y del mal" para no morir. Pero la astuta serpiente engañó a Eva, la cual comió del fruto prohibido, viendo que era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría, dándole también a su marido. Observando Dios aquel panorama, no le agradó, y decidió echar a Adán y Eva del huerto de Edén.

Adán y Eva vivieron fuera del jardín de Edén y tuvieron hijos, Caín y Abel. El primero mató al segundo y Eva dió a luz a Set que los consolo de la muerte de Abel. Luego de Set, Adán y Eva engendraron una multitud de hijos. Adán murió a la edad de 930 años.[1]

Etimología y uso de la palabra[]

Albrecht Dürer - Adam and Eve (Prado) 2

Junto a su esposa Eva.

Hay divergencia de opinión entre los expertos semíticos cuando intentan explicar el significado de la palabra hebrea adam que con toda probabilidad se usó originalmente como nombre común y no como nombre propio y ninguna teoría parece satisfactoria hasta ahora. La causa de esta inseguridad en el tema se debe a que la raíz de la palabra adam, con significado de "hombre" o "humanidad", no es común en todas las lenguas semíticas, aunque por supuesto el nombre es adoptado por ellos en las traducciones del Antiguo Testamento.

Como un término autóctono con el significado anterior, sólo se da en la lengua fenicia y en la sabea, y probablemente también en la asiria. En Génesis 2:7 el nombre parece estar relacionado con la palabra ha-adamah ("la tierra"), en cuyo caso el valor del término estaría en que representa al hombre como nacido de la tierra, similar al latín, donde la palabra homo se supone que es pariente de humus.

Es un hecho generalmente reconocido que las etimologías propuestas para las narraciones del Libro de Génesis son a menudo divergentes y no siempre correctas filológicamente, y aunque la teoría que relaciona adam con adamah ha sido defendida por algunos eruditos, al presente está generalmente abandonada. Otros explican el término con el sentido de "estar rojo", un sentido cuya raíz incide en varios pasajes del Antiguo Testamento como también en arábigo y en etíope. En esta hipótesis el nombre parece haber sido aplicado originalmente a una raza roja o rubicunda. En este sentido Gesenio comenta que en los monumentos antiguos de Egipto las figuras humanas que representan a los egipcios constantemente están pintadas de rojo, mientras que las que representan otras razas lo están de negros o de algún otro color. Algo análogo a esta explicación se revela en la expresión asiria çalmât, qaqqadi, es decir, "cabezas negras" que se usa a menudo para denominar a los hombres en general. Algunos escritores combinan esta explicación con la precedente, y asignan a la palabra adam el doble significado de "tierra roja", y añaden así a la noción del origen material del hombre una connotación del color de la tierra de la que fue formado.

Una tercera teoría, que parece ser la prevaleciente hoy día, explica la raíz adam con el significado de "hacer", "producir", conectándola con el adamu asirio, cuyo significado probable es "edificar", "construir", de ahí que adam podría significar "hombre" ya sea en el sentido pasivo, como hecho, producido, creado, o en el sentido activo, como el que produce.

En el Antiguo Testamento la palabra se usa como nombre común y propio, en la primera acepción tiene significados diferentes. Así en Gn. 2:5, se emplea para señalar a un ser humano, hombre o mujer; raramente, como en Gn 2:22 que significa hombre como contrario a mujer y, por último, a veces aparece señalando a la humanidad en su conjunto, como en Gn 1:26. El uso del término, tanto como nombre común o como nombre propio, es común a ambas fuentes llamadas en los círculos críticos como P y J. Así en el primer relato de la creación (P) la palabra se utiliza en referencia a la creación de la humanidad en ambos sexos, pero en Gn 5:14, el cual pertenece a la misma fuente, se utiliza como nombre propio. Del mismo modo el segundo relato de la creación (J) habla de "el hombre" (ha-adam), pero después (Gn 4:25) el mismo documento emplea la palabra como nombre propio sin el artículo.

En el Nuevo Testamento[]

Las referencias a Adán en el Nuevo Testamento como un personaje histórico sólo ocurren en unos pocos pasajes. Así en el tercer capítulo del Evangelio de Lucas, la genealogía de Cristo se remonta a "Adán que era de Dios". Esta prolongación del linaje terrenal de Jesús más allá de Abraham, que forma el punto de inicio en el Evangelio de Mateo, se debe sin duda al espíritu más universal y a la afinidad característica del tercer evangelista que escribe más para la instrucción de los catecúmenos gentiles del cristianismo, y no tanto desde el punto de vista de la profecía y la esperanza judía.

Otra mención del padre histórico de la raza se encuentra en la Epístola de Judas (14), donde se inserta una cita del apócrifo Libro de Enoc, el cual, es bastante extraño decir, se atribuye al patriarca antediluviano de ese nombre, Henoc, el séptimo después de Adán.

Pero las referencias más importantes a Adán se encuentran en las Epístolas de San Pablo. Así en 1 Timoteo 2:11-14, el Apóstol, después de establecer ciertas reglas prácticas respecto a la conducta de las mujeres, particularmente relativas al culto público, e inculcando el deber de subordinación al otro sexo, usa un argumento cuyo peso descansa más en los métodos lógicos corrientes de su tiempo que en el valor intrínseco según se aprecia en la mente moderna: "Porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar. Y el engañado no fue Adán, sino la mujer que, seducida, incurrió en la transgresión." Una línea similar de argumento se sigue en 1 Corintios 11:8-9.

Más importante es la doctrina teológica formulada por San Pablo en la Epístola a los Romanos 5:12-21 y en 1 Corintios 15:22-45. En el último pasaje Jesucristo es llamado por analogía y contraste el nuevo y último Adán. Esto se entiende en el sentido de que como el Adán original fue la cabeza de toda la humanidad, el padre de todos según la carne, así también Jesucristo es constituido principio y cabeza de la familia espiritual de los elegidos, y potencialmente de toda la humanidad, ya que todos están invitados a compartir su salvación. Así el primer Adán es imagen del segundo, pero mientras el primero transmite a su descendencia un legado de muerte, el último, al contrario, se vuelve el principio vivificante de la rectitud restaurada.

En la tradición judía[]

Es un hecho muy conocido que, tanto en la tradición judía posterior como en la cristiana y mahometana, surgió una cosecha exuberante de erudición popular legendaria alrededor de los nombres de todos los personajes importantes del Antiguo Testamento; esto se debió en parte al deseo de satisfacer la curiosidad piadosa añadiendo detalles a los escuetos relatos bíblicos, y en parte con propósitos éticos. Era por consiguiente natural que la historia de Adán y Eva debiera recibir una atención especial y ser ampliamente desarrollada por este proceso de embellecimiento.

Estas adiciones, algunas de las cuales son extravagantes y pueriles, son principalmente imaginarias, y a lo mejor se basan en un entendimiento fantasioso de algún leve detalle de la narrativa sagrada. Es innecesario decir que estos relatos no incluyen información histórica real, y su utilidad principal es aportar un ejemplo de la credulidad popular piadosa de entonces así como del poco valor que debe añadirse a las llamadas tradiciones judías cuando se invocan como argumento en un análisis crítico.

Hay muchas leyendas rabínicas que hablan de nuestros primeros padres en el Talmud, y muchas están recogidas en el apócrifo Libro de Adán, hoy perdido, pero cuyos extractos nos han llegado en otras obras de carácter similar.[2]

En la teología mormona[]

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) sostiene que Adán y el Arcángel Miguel son el mismo individuo. Miguel el Arcángel luchó contra los ángeles de la serpiente antigua, Satanás, y los expulsó a la tierra al finalizar la batalla en el cielo en su existencia premortal.

Según varias de sus escrituras modernas, Miguel nació en esta tierra como hombre. Los mormones también consideran a Adán como el primero de todos los profetas sobre la tierra, además de ser el primer hombre, padre y patriarca de la raza humana en la tierra.

Iconografía[]

La imagen de Adán y Eva ha sido muy utilizada, siendo uno de los pocos temas bíblicos que dan la oportunidad del desnudo y comúnmente se le representa como un hombre desnudo junto a su esposa, Eva. A menudo se le representa como un hombre de la montaña o rodeado de animales.

La creación de Adán es un tema recurrente en los sarcófagos paleocristianos en donde aparece Dios poniendo la mano sobre él en el acto de la creación, insuflándole la vida.[1]

Referencias[]

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